La laparoscopia es la alternativa mínimamente invasiva a la cirugía abierta convencional en la que una pequeña cámara llamada laparoscopio es utilizada para observar dentro del abdomen. Esto permite realizar diferentes procedimientos quirúrgicos.

¿Cómo se realizan los procedimientos laparoscópicos?

La cirugía laparoscópica es mínimamente invasiva ya que solo se requieren 3 o 4 pequeñas incisiones (orificios de 0,5 a 1 cm.) en lugar de una herida de 15 a 20 cm. Por estas pequeñas incisiones se introducen los instrumentos con los que se opera.

¿Qué padecimientos urológicos pueden ser tratados mediante cirugía laparoscópica?

La cirugía laparoscópica puede ser utilizada para la realización de los siguientes procedimientos:

  • Adrenalectomía
  • Nefrectomía radical por cáncer
  • Nefroureterectomía radical por cáncer
  • Nefrectomía simple
  • Nefrectomía parcial
  • Nefrectomía de donante vivo para transplante
  • Criocirugía del riñón
  • Resección de quistes del riñón
  • Nefropexia
  • Píelo plastia
  • Cirugía del riñón en herradura
  • Cirugía ureteral
  • Cirugía de la litiasis del uréter
  • Reimplante del uréter por reflujo
  • Cirugía para la incontinencia femenina
  • Prolapso vaginal
  • Linfadenectomía pélvica
  • Testículos no descendidos
  • Enterocistoplastia
  • Linfadenectomía retroperitoneal por cáncer de testículo
  • Prostatectomía radical por cáncer de próstata
  • Adenomectomía de la próstata por crecimiento prostático benigno
  • Cistoprostatectomía radical por cáncer de vejiga

¿Cuáles son los beneficios de la laparoscopia?

Los pacientes que se han sometido a estas intervenciones han tenido los mismos beneficios terapéuticos de la cirugía abierta convencional, pero con menos dolor postoperatorio, menos días de estancia en el hospital, una recuperación más rápida y mejor resultado estético. Así como un «retorno» más rápido a la rutina alimenticia  habitual y a la actividad normal.